Os hablaré de Misha Ovechkin.
Un amigo trompetista conoció a unos músicos rusos que tocaban Dixieland en la calle. Misha era el trombonista. Según mi amigo, Misha era un personaje: músico talentoso y, a pesar de lo reservado, con un sentido del humor bastante fino. Le contó que las chicas en Barcelona huían en cuanto cambiaban dos palabras con él. Luego entendí por qué: Misha habla una extraña lengua, mezcla de ruso, castellano, inglés, onomatopeyas y neologismos. También me contó que Misha tenía una gran tragedia a sus espaldas que al resto de los mortales nos resultaría indigerible. En 1988 tuvo lugar la acción disidente más radical y desesperada que jamás se hubiera producido en la URSS: la "huida" de la cárcel -perdón: del país. La madre de Misha junto con sus siete hijos músicos decidieron jugarse el todo por el todo y secuestrar un avión para ir a Inglaterra y vivir dignamente. El plan acabó en tragedia, en parte porque no eran terroristas, sino músicos; en parte por la orden directa del entonces presidente de la URSS (hoy eco-mafioso Nobel de la Paz) "Gorbi"; y en parte por la bien conocida "delicadeza" del Ejército Soviético en sus intervenciones.
Quería conocer a la persona que cargaba con todo aquello. Me llevé una sorpresa. Me enamoré, me fascinó absolutamente. Me comprometí a hacerles un vídeo-clip. Fui conociendo a los amigos de Misha, ahora también amigos míos. Aprendí muchísimo de cada uno de ellos. Cosas esenciales. Y he descubierto que el "carácter ruso" -al menos hasta donde yo lo he conocido- me es más afín que el que me correspondería culturalmente.
Felicidades Misha por haber dejado de beber. ¡Bienvenido a este absurdo purgatorio llamado mundo normal!
Dabró Pashálavat Mishenka!
(Medio año después ha vuelto a beber, pero con más talento.)
Los Krokodilos
viernes, agosto 25, 2006
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1 comentario:
hola!
estupendo, al fin veo a Misha!
oye, ¿tienes algún problema con tu e-mail?...te envié un mensaje y me lo han devuelto!
besos
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