"(...) Los rusos y los discípulos de los rusos han demostrado hasta la saciedad que nadie es imposible: suicidas por felicidad, asesinos por benevolencia, personas que se adoran hasta el punto de separarse para siempre, delatores por fervor o por humildad...(...)"
Fragmento del prólogo de J. L. Borges a La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
Escena de Andrei Rublev de Andrei Tarkovski (1966)
Puedo asegurar que conozco ejemplos vivos de cada uno de los tipos que aparecen en la película. Rusos, claro.
jueves, diciembre 20, 2007
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3 comentarios:
¿Es Andrei Rubliev, Deborah? Se echa de menos una pequeña presentación de por qué has colgado la escena, digo yo...
P.
Es cierto, P.
Acabo de eliminar lo superfluo.
Espero que ahora se entienda, aunque reconozco que es necesario haber visto Andrei Rublev.
Puedo asegurar que conozco ejemplos vivos de cada uno de los tipos que aparecen en la película. Rusos, claro.
Eso es todo.
Cuando conoces la realidad rusa ya no hay marcha atrás.
Como quizá también pase cuando conoces la literatura rusa, la francesa te parece un exquisito entretenimiento; o la poesía francesa, pataletas ociosas...
Estoy exagerando en esto último, pero espero que se me tome como demagogia benévola.
En este último visionado, me impresionó especialmente el personaje del niño que logra hacer la campana, a pesar de todo y con todo en contra.
También conozco a este niño. ¡Vaya!
Preciosa esta peli. La vi hace relativamente poco.
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