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Por clamor popular -de tres personas, osea, multitud- publico lo que fue un mail espontáneo.
Serendipidad en el día de ayer:
Nadie sabe por qué la muchacha decidió preparar un plato ruso llamado "arenque con pelliza" que "recordaba perfectamente" desde que lo tomó en un restaurante ruso regentado por una cubana sospechosamente idéntica a la Lupe.
Mientras desmenuzaba los arenques sonó el teléfono. La urgencia de cierta información hizo que Dmitry, recientemente instalado en la colonia ruski, burlara su timidez y confesara a una desconocida necesitar su ayuda.
La muchacha acudió, no sin antes cumplir con la misión del día: adoptar otro gato.
Sin duda eligió el pelirrojo. Decidió, provisionalmente, llamarlo Taxi. Después pensó que a los gatos les gustan exclusivamente las íes, y que Taxi era un nombre más bien de perro, osea, para ser gritado en la calle.
La forma del cráneo del gatito resultaba familiar a la muchacha: sin duda caucásico, sentenció.
Finalmente le llamaría Dmitry, pensando que era una suerte haber encontrado un gatito ruso, pues por fin la muchacha tendría un interlocutor incondicional con el que retomar el curso de ruso para autodidactas.