Estimulante la información que me ofrece la primera página. No conozco la palabra "Baedeker", pero el que esté en compañía "de los locos" me inspira confianza.
El escritor, alemán y, no sé por qué, de los simpáticos.
Primera edición. Madrid, 1930. Pre-2ª República. Editorial, Cenit. Bien. Busco el precio, de saldo. Me aseguro de que el contenido me interese y de que no me dejo llevar por un impulso sentimental. Después de un prólogo inflamado y entrañable del traductor, encuentro unas crónicas urbanas sobre las visitas que hizo el autor a París y Londres en 1924. Me recuerda a La ciudad automática de Julio Camba.
Investigo en internet. Holitscher fue uno de los fundadores de Socorro Rojo, junto con Albert Einstein y otros muchos, más o menos anónimos. Comunista y, por si fuera poco, judío. O al revés, tanto da. Su obra -y la de muchos otros- fue condenada a la hoguera -literalmente- y al ostracismo por el nuevo gobierno de Alemania, el del partido Nacional(ista)-Socialista. Sin ser Holitscher un autor brillante y sin que se le pueda considerar un clásico universal, no puedo negar la empatía, al leer este libro, con cierto impulso natural vulgarmente llamado revolucionario. "Revolución", palabra usada recientemente por los publicistas de Banco Santander para promocionar un tipo de hipoteca... Che Guevara, un hippy fumeta que sale en camisetas y chapas...
La Historia, sabe como neutralizar la Otra Historia, la de los vencidos, la de las revoluciones abortadas. Yo, por lo pronto, he salvado este libro de la hoguera.
viernes, junio 23, 2006
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